Las fuentes de alimentación son equipos que se encargan de convertir una tensión alterna en tensión continua permitiendo una cierta potencia dependiendo de la fuente de alimentación. Las fuentes de alimentación suelen proporcionar un aislamiento galvánico entre la entrada y la salida.
La fuente de alimentación lineal se divide en tres partes fundamentales que son el transformador, rectificación y filtro y la regulación lineal.
El transformador se encarga por medio de una relación de transformación correcta, partiendo de la tensión alterna de entrada conseguir una tensión alterna en la salida adecuada para las características de la fuente de alimentación.
El rectificador y filtro se encarga de convertir la tensión alterna que tenemos en la salida del transformador en tensión continua. El rectificador y el filtro que suelen estar formados por diodos y condensadores generan una tensión continua con un rizado que crea la carga y descarga del condensador.
La regulación lineal se encarga de eliminar o minimizar el rizado de tensión que proviene de la rectificación. La regulación lineal proporciona una tensión de salida estable para los rangos permitidos en las características de la fuente de alimentación de tensión de entrada, carga o temperatura.
La regulación lineal tiene la misión también de proteger a la fuente de alimentación de sobrecargas o cortocircuitos.
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